El trabajo.

El primer día de clase fue un poco aburrido.Un chico de catorce años estaba en el segundo recreo con sus amigos cuando sonó el tedioso timbre, que parecía que decía: ¡A clase!. Entraron los alumnos y poco después su tutora. Les dijo que tenían que hacer un blog. Al principio le pareció divertido, pero poco después descubriría que no sería así.
En su primer trabajo decidió hacerlo sobre un viaje que hizo en verano. Cuando lo terminó, la profesora le dijo que tenía que expresar lo que sentía. Le costó mucho escribir sus sentimientos, pero al final lo terminó.
El segundo fue un trabajo muy largo y duro ya que se le daba fatal hacer poesías, y si le costaba hacer una, tres le parecían imposibles. Este también lo consiguió.
Si ese era difícil el tercero no tenía palabras para describirlo. Había que hacer una canción. Al principio le salió una chapuza pero después de intentarlo y con ayuda de su profesora, consiguió hacer una canción razonablemente bien.
El tercero ya no era tan difícil, aunque también tuvo sus problemas. Escribió un micro relato muy infantil, pero cuando la profesora le demostró que no era adecuado, se esforzó en crear otro mejor.
Y llegamos al último. Ese era uno de los más fáciles porque había que escribir sobre lo que quisieras. Ha escrito sobre lo que le ha parecido el trabajo de este trimestre y lo mucho que ha sufrido. Todo esto lo sé porque yo soy ese chico. Creo que tanto esfuerzo ha merecido la pena, pues escribir ya no me parece una cosa inalcanzable. Quién sabe, quizás cuando sea mayor, me convierta en un escritor.

El grito. Micro relato

Oyó un ruido extraño, se preguntó que pasaba. Era un hombre de treinta y seis años, solo ya que tuvo un problema de joven.El grito, era espeluznante y agudo. Decidió ir a verlo. Era un callejón oscuro. El hombre dio cinco pasos seguidos y sonó aquel grito.
De joven intentó suicidarse. El hombre no salía de su casa.
Pensó que serían imaginaciones. Hubo un apagón. Dio unos pasos y notó algo. Lo tocó y parecía un cuchillo. El hombre le tiró al suelo.Al encenderse las luces vio la cara de otro hombre y sintió un dolor intenso.Entonces observó que había una mujer tirada en el suelo.
Todo era un sueño. Desde entonces el hombre apreció la vida como si se fuera a morir por la noche.

El grito. Parte corta.

Venía de inglés y oyó un ruido extraño, se preguntó que pasaba. Era un hombre alto, de treinta y seis años que le gustaba jugar a las cartas solo en su casa ya que tuvo un problema de joven. Recordó aquel grito, era espeluznante y agudo. Cuando se fue a dormir todos le recordaban a aquello. Harto decidió ir a verlo. Era un callejón oscuro, una niebla recorría el suelo. En ese momento el hombre decidió volverse pero algo le decía que no. El hombre consiguió dar cinco pasos seguidos pero entonces sonó aquel grito, parecía que solo él lo oía. Volvió a caminar hasta llega a un cubo de basura, y ahí se paró. Decidió esperar un rato y no paso nada. Eran las nueve de la noche.
Cuando tenía veinticinco años años intentó suicidarse por oír voces. El hombre no salía de su casa y solo iba a sus clase de inglés.
Pensó que solo serían imaginaciones pero no estaba seguro. De pronto hubo un apagón. Dio unos pocos pasos y notó algo con lo que se había chocado. Lo tocó y parecía un cuchillo. El hombre le tiró al suelo. Cuando se encendieron las luces vio la cara de otro hombre calvo y sintió un dolor intenso en el estómago.El hombre observó que al que había tirado al suelo era una mujer que quería avisarle.
Apareció en casa y vio que era un sueño. Desde entonces el hombre apreció la vida como si se fuera a morir por la noche.

El grito.Parte larga

Venía de inglés y oyó un ruido extraño, se preguntó que pasaba, pero no le dio importancia. Era un hombre alto, con barba de treinta y seis años que le gustaba jugar a las cartas solo en su casa ya que tuvo un problema de joven. Al llegar a su casa recordó aquel grito, era espeluznante y agudo, tanto que le recorrió por el cuerpo un gran escalofrío. Cuando se fue a dormir todos los ruidos le recordaban a aquello. Harto decidió ir a verlo, aquello era un callejón oscuro, una niebla espesa recorría el suelo. En ese momento el hombre decidió volverse pero algo le decía que no debía de ser así. El hombre se armó de valor y consiguió dar cinco pasos seguidos pero entonces otra vez sonó aquel grito, parecía que solo él lo oía. La gente que pasaba por la calle perpendicular ni se inmutaba un pelo en ver que era. Volvió a caminar hasta llega a un cubo de basura, y ahí se paró. Decidió esperar un rato, ero no paso nada. Ya eran las nueve de la noche y tenía un poco de hambre.
El hombre recordó que cuando tenía veinticinco años años intentó suicidarse por oír voces en su cabeza. El hombre no salía de su casa por miedo y solo iba a sus clase de inglés. Había pedido un transando en el trabajo a Londres, ya que pensaba que aquel era el problema.
Hubo un momento que pensó que solo serían imaginaciones suyas pero no estaba seguro . De pronto hubo un apagón y no se veía nada. dio unos pocos pasos atrás y notó algo con la que se había chocado. Lo tocó y estaba puntiagudo parecía un cuchillo. El hombre le plantó cara y le tiró al suelo. Cuando se encendieron las luces vio la cara de un hombre calvo y después, sintió un dolor intenso en el estómago. Al caer al suelo observó que al que le había tirado al suelo era una mujer que quería avisarle.
De repente apareció en su casa de un salto y vio que solo era un sueño. Desde entonces el hombre apreció la vida como si se fuera a morir por la noche.